Mejora de la seguridad fronteriza con la termografía de FLIR

La seguridad fronteriza es una principal preocupación de las fuerzas de seguridad en el suroeste de Estados Unidos, y los organismos locales, estatales y federales colaboran estrechamente para proteger las comunidades e impedir el tráfico ilegal de drogas. Las cámaras termográficas portátiles de FLIR demuestran ser componentes fundamentales para llevar a cabo detecciones y capturas satisfactorias, así como para mejorar la seguridad de los agentes.

El condado de Hidalgo, en Nuevo México, acoge espectaculares paisajes occidentales, con residentes trabajadores, dos pueblos fantasmas y más de 138 kilómetros de frontera internacional que lo separa de México. Cada año, los traficantes intentan transportar cientos de kilos de marihuana a través de la frontera del desierto. El Sargento D.A Arredondo, de la oficina del Sheriff del condado de Hidalgo, es uno de los muchos que trabajan para frenar los esfuerzos de los traficantes y utiliza la tecnología FLIR para conseguirlo.

«La tecnología de FLIR a aumentado enormemente el éxito de las fuerzas de seguridad en la frontera», comenta Arredondo. «El dispositivo es increíble, no encuentro otra manera de definirlo». A pesar de que lleva utilizando la cámara FLIR desde hace menos de un año, Arredondo afirma que es responsable de la confiscación de más de 317 libras de marihuana, con una confiscación reciente de 85 kilos de mercancía.

Escenario típico

El sargento Arredondo lleva su cámara FLIR, un trípode, un telémetro y un cargador de batería en su vehículo de patrulla, por lo que está siempre preparado para acudir a las llamadas de ayuda de la Patrulla de frontera de Estados Unidos. Espera obtener más cámaras FLIR para el resto de su departamento y está esperando los fondos de una subvención para comprar más unidades. Hasta entonces, él mantiene un control total sobre la utilización de la cámara FLIR. Bien sea que le hayan llamado para proporcionar asistencia a las Patrullas de frontera o esté observando una parte del desierto por su cuenta, lo habitual suele ser algo similar a lo siguiente:

  1. Detecta la señal de calor de los contrabandistas hasta a una distancia de dos millas.
  2. Utiliza un telémetro para determinar las coordenadas del GPS.
  3. Mediante radio, coordina a otras unidades, que se quedan en silencio en el desierto hasta que rodean al grupo de contrabandistas de forma que no puedan escapar.
  4. Controla al grupo de contrabandistas cuando los agentes encienden las luces para detectar alguna señal de la carga de drogas que pueden haber tirado. Dado que muchas patrullas se realizan durante la noche, los contrabandistas suelen tirar su carga y escapar lo más lejos posible antes de que les detengan. Pueden negar cualquier actividad de contrabando con la esperanza de que los agentes no encuentren el cargamento. Para desgracia de los traficantes, con el sargento Arredondo observando con su FLIR, esto no sucederá, puesto que le podrá proporcionar al resto de los agentes las coordinadas de GPS exactas de la carga de droga que han tirado.

El sargento Arredondo y el Departamento del Sheriff del Condado de Hidalgo generalmente detectan a los contrabandistas cuando están a unas 30 millas de la frontera internacional. Vigilan una extensión enorme de territorio, y las patrullas suelen necesitar de cuatro o seis horas de vigilancia con la cámara FLIR. Sin embargo, tanto Arredondo como la cámara son resistentes, y ninguno muestra señales de agotamiento. En comparación con la forma en la que se realizaban las patrullas antes de tener la cámara FLIR, los oficiales y los agentes están ahora más seguros y consiguen más éxito en sus tareas. Antes de tener la cámara FLIR, las patrullas recorrían a pie el desierto, esperando sorprender a algún grupo de contrabandistas con algún cargamento, y el concepto de «sorprender» es tanto clave como peligroso.

Obtener una cámara FLIR para el Condado de Hildalgo

Como suele suceder en la comunidad de las fuerzas de seguridad, el sargento Arredondo se enteró de las capacidades de las cámaras FLIR por medio de un compañero de las fuerzas de seguridad profesionales. Mientras conducía por la carretera, se cruzó con un delegado de otro departamento que se encontraba al borde de la carretera observando el desierto. Después de probar la cámara de ese delegado, Arredondo sabía que necesitaba una FLIR propia. 

Solicitó y consiguió una subvención federal a través de Operation Stonegarden, un fondo designado para alentar la cooperación de las fuerzas de seguridad para «proteger las fronteras de los Estados Unidos a lo largo de las rutas de entrada desde las fronteras internacionales para incluir corredores de viaje en los estados fronterizos con México y Canadá». Una vez que recibió fondos, compró su cámara FLIR y la llevó inmediatamente al campo. Cuando le pedimos que describiese qué pudo ver cuando la encendió, el sargento Arredondo comienza y se detiene y, al final, concluye así: "Santo ____, señor, es una excelente pieza para el equipo. 
«Su interfaz fácil de utilizar hace que sea sencilla de utilizar y rápidamente pudo descubrir otras formas de utilizarla para proteger a los ciudadanos del Condado de Hidalgo. La topografía del país es tal que cada vez que un sospechoso huye, se dirige hacia el desierto. Hay muchos lugares para esconderse en el desierto, especialmente durante la noche. Pero una vez que Arredondo saca su cámara FLIR de su coche de patrulla, solamente tarda unos 30 segundos en encontrar una señal de calor, algo que no se puede esconder, ni siquiera detrás de un matorral en el desierto.

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